lunes, 18 de febrero de 2013

Hans-Ulrich Rudel

Hans-Ulrich Rudel



Hans Ulrich Rudel nació en Konradswaldau (Alta Silesia), Alemania, en 1916 y falleció en Rosenheim (Alemania) en 1982.
Piloto alemán de la Segunda Guerra Mundial, poseedor de la más alta condecoración alemana, la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble, Espadas y Brillantes, de ideología Nacionalsocialista.

En su hoja de servicios oficial, le adjudican 2.530 misiones de combate, en los cuales reclamó la destrucción de 519 tanques soviéticos, el acorazado Marat, dos cruceros, 11 aviones enemigos derribados y más de 70 embarcaciones fluviales hundidas.

Infancia

Hans Ulrich Rudel procedía de una familia protestante de la Alta Silesia y su vida transcurrió apacible, con una vida típica de los Alpes bávaros. Aunque su padre deseaba para él una carrera profesional, comenzó a perfeccionarse en educación física hasta la entrada de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. 

Sus calificaciones escolares eran más bien deficientes, pues su único interés radicaba en la actividad deportiva, donde logró excelentes rendimientos y un notable estado físico que, posteriormente, en más de una ocasión le ayudaría a salvar la vida. De carácter un tanto introvertido, padecía de un cierto grado de tartamudez que logró superar con el tiempo. Cuando ascendió al poder el partido Nacionalsocialista, se adhirió como la mayoría de los jóvenes a las Juventudes Hitlerianas.

Ingreso en la Luftwaffe

Su ingreso como cadete a los 20 años, en 1936, en la recién creada Luftwaffe tuvo un comienzo muy poco prometedor, pues su baja escolaridad jugaba en contra y no pudo calificarse para piloto de caza de combate, que era su meta, siendo asignado a los entrenamientos en escuadrillas de Stukas en Graz, lo cual no bastaba para piloto de bombardero, y fue reasignado al Centro de Reconocimiento aéreo de Hildesheim.

Después de cumplir instrucción como piloto de reconocimiento, cosa que no le gustaba en absoluto a Rudel, además de su tartamudez y el hecho de ser una persona muy campechana, de costumbres sanas, quitada de bulla y algo obcecado, no le hacían una buena imagen ante sus superiores.
Su desempeño y esfuerzos durante la campaña de Polonia fueron aceptables y ascendió a teniente segundo y le fue concedida la Cruz de Hierro de Segunda Clase en 1939.

Debido a estas mejorías fue reasignado, no sin pasar muchas dificultades, a su grupo aéreo en Caen. En aquel momento el avión de combate era el bombardero Stuka.
En la escuela de bombardeo de Stuttgart Rudel tuvo un lento progreso, siendo calificado inicialmente como piloto mediocre y de segunda clase, pues a Rudel le costaba maniobrar el pesado y lento Stuka Ju-87.

Sus lentos progresos le valieron no ser considerado para la campaña de los Balcanes ni la Batalla de Creta, adonde fue trasladada su escuadrilla, siendo asignado sólo como un refuerzo. Esta contrariedad hizo despertar en Rudel la firme voluntad de superarse, haciendo prácticas extras en un Stuka para lograr dominar el aparato; sus esfuerzos y sus progresos no pasaron desapercibidos a sus superiores, quienes lo habían visto ya como un caso desesperado.