El Mauser 98 : El Fusil Favorito de Hitler
El Mauser 98 es un fusil alemán diseñado por Paul Mauser en 1898 y rápidamente adoptado por el ejército alemán, quien a su vez lo utilizó en la Primera Guerra Mundial. También llamado Gewehr 98.
Historia
El fusil Mauser 98 es considerado el mejor fusil de cerrojo de la historia (con base a diseño y precisión). Aunque el diseño del Mauser heredó una mala característica de sus antecesores, y ésta es la longitud total del arma (125 cm y 160 cm con la bayoneta calada), lo cual lo convierte en un obstáculo para la guerra dinámica o para la guerra en lugares estrechos (guerra de trincheras). Sin embargo, el ejército alemán no se vio en grandes desventajas, ya que los fusiles de sus enemigos en la Primera Guerra Mundial (Inglaterra y Francia) eran igual o más largos que el propio Mauser.
El diseño del Mauser 98 fue modificado, principalmente para crear un fusil más corto. De allí nacieron varios prototipos que llevaban por dentro al Mauser 98, como el fusil utilizado por la propia Alemania durante la Segunda Guerra Mundial: el Mauser Kar 98K.
Aunque el Mauser 98 es un fusil muy bien diseñado, se trata de un arma de cerrojo de recarga manual, por lo que era más lento de disparar comparado, por ejemplo, con el M1 Garand estadounidense. No obstante, la calidad y precisión hacían que este fusil superase a los semiautomáticos. De hecho, cuando en 1943 se empezaron a distribuir los primeros G43 (Gewehr 43) los soldados alemanes preferían conservar sus viejos Mauser Kar 98k, aduciendo falta de fiabilidad o de precisión de los nuevos fusiles. Lo cierto es que ningún otro fusil semiautomático de la época podía impactar a un blanco a 1,4 km y ninguno podía soportar tantas inclemencias como el Mauser Kar 98K.
"Un disparo"
Hitler comentó en una ocasión : "nunca se apunta tan bien como cuando sabes que sólo tienes un disparo", haciendo referencia al hecho de que si se fallaba con el primer disparo, se daba oportunidad al enemigo de responder mientras se preparaba el Mauser para disparar otra vez, situación comprometedora que los fusiles semiautomáticos debían eliminar, aunque eso no era precisamente lo que sucedía a menudo. Pues atinando con este comentario los soldados con semiautomáticos, confiados en tener 10 balas a su disposición con solo apretar el gatillo 10 veces, no daban en el blanco. Sin embargo, los soldados con fusiles de cerrojo, por saber que solamente poseían una bala y si fallaban podrían morir, disparaban con una precisión mayor.